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Oraciones

Por mi hijo

Por mi hijo

Mi Señor, vela por hijo,

vela por su vida y por sus sueños.

Mantenlo unido a tí,

como la raiz a la tierra,

como las estrellas al cielo. 

Protégelo del mal,

enséñale el Bien.

Pon tu Verdad en su boca,

pon tu Fuerza en su espíritu,

pon tu Luz en su mirada,

pon tu Amor en su corazón. 

En tus manos entregamos nuestras almas,

en tu pecho descansamos nuestros cuerpos,

y el día de nuestro regreso,

concédenos la Gracia infinita

de vivir unidos en tu Reino.

Haz de mí

Haz de mí

Llena mi sangre de Fe

llena mi alma de fuego

llena mi corazón de Amor

llena mi mente de tu conocimiento.

 

Sé siempre mi camino,

mi sendero,

sé siempre mi esencia,

mi ser verdadero.

 

Sin miedo,

sin mentiras,

sin tinieblas,

sin oscuros deseos.

 

Haz de mí tu Palabra,

tu guerrero,

haz de mi Amor sincero,

un hijo verdadero. 

La Salvación del Alma humana por la muerte de Cristo

La Salvación del Alma humana por la muerte de Cristo

Dios comunica a sus ángeles que el ser humano ha sido dotado de un alma a imagen y semejanza del Creador… desde ese día los Ángeles tienen una nueva misión:

     “Proteged a la Humanidad y servidla para que aprendan a amar a Dios y a amarse los unos a los otros"
 
El príncipe celestial llamado Lucifer no acepta la voluntad de Dios y se niega a servir a la Humanidad. Considera que los seres humanos son inferiores. Reúne a los ángeles rebeldes e inicia su ataque:
  
  “Y hubo una guerra en el Cielo… Satanás y sus ángeles fueron derrotados y expulsados del Cielo… arrojados al Infierno… “
 
Siglos después Satanás desafía de nuevo a Dios:
 
  “Si tanto amas al ser humano por qué no te conviertes en uno de ellos, vive y padece como ellos”.

El Señor acepta el desafío de Satanás pero exige algo a cambio de su sacrificio:
  
“si el Verbo se hace carne y soporta el sufrimiento que le espera, los pecados del hombre morirán con la muerte de su cuerpo, y sus almas serán enviadas al Cielo."
Satanás acepta las condiciones:
  
“De acuerdo, pero si en algún momento te retiras de tu destino humano y huyes de la Cruz, las almas pecadoras serán mías para siempre”. 
  
   Por ello Cristo, como hombre, padece las continuas visitas de Satanás en forma de tentación para que se retire de su camino. Es tentado cuando se retiró al desierto y cuando en el Huerto de los Olivos de Jerusalén esperaba su Pasión y Muerte en la Cruz.
Cristo no cedió ante Satanás, y continuó su misión. Transmitió a la Humanidad su mensaje de Amor y aceptó la cruz siendo consciente de su cercana victoria… su muerte suponía la salvación del infierno de las almas humanas.

Cristo resucitó triunfante al tercer día de su muerte… Satanás había sido derrotado, ya no podía apoderarse de las almas humanas pecadoras…
 
 Desde aquel día, Satanás tuvo que conformarse con intentar destruir a la Humanidad en su vida terrenal, pues más allá de la muerte nada puede gracias a la victoria de Cristo.
Por todo ello, Satanás intenta que el ser humano renuncie y olvide a Dios en su vida terrenal… siembra en el corazón del hombre las semillas del odio, la mentira, la ira, el egoísmo y la vanidad…
Satanás sabe que ha perdido las almas humanas pero intenta que el hombre se destruya para hacer sufrir al Creador…“Si no puedes destruir a quien odias destruye a sus seres amados"

 Los seres humanos podemos combatir a Satanás en nuestra vida en la Tierra de dos formas coincidentes con los 2 grandes mandamientos que Cristo nos enseñó:
- Amarás al Señor tu Dios con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser.
- Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Esta es nuestra lucha, la lucha del Amor, este ha de ser el sentido de nuestra vida… lograr con nuestro Amor que este mundo sea Tierra divina y no un infierno satánico de mentira, odio, egoísmo y guerras…

Nunca dejes de amar a aquel que te dio la vida y  salvó tu alma del infierno…Amén.


Arcángel Miguel

Arcángel Miguel

Arcángel Miguel,

General de la milicia celestial,

Vencedor de la Batalla por el Cielo,

Defensor eterno de Dios,

Portador de la llama eterna de la Luz Divina,

Enséñanos a vencer al mal,

adiestranos frente a las artes diabólicas del caído,

coloca tu escudo solar frente a las tinieblas de satanás,

eleva nuestra mirada para no temer al adversario. 

Arcángel Miguel, protector de nuestra familia y de la Fe,

eleva tu espada de Justicia Divina contra aquellos que buscan nuestra perdición,

muéstranos el sendero de la Palabra de Dios para alcanzar la Gloria del Reino, 

por los siglos de los siglos, amén.

Ángeles heridos

Ángeles heridos

Tras su larga estancia en la Tierra, el ángel enviado por Dios cayó sin fuerzas, sin luz, herido por la impotencia para sembrar las semillas del amor que el Creador le había entregado como misión...

Con el sentido perdido, caminó sin rumbo por los desiertos humanos, sin referencias, sin honor, sin fe en sus posibilidades para dar el impulso necesario a la Humanidad...

Pero Dios no abandona a ninguno de sus hijos cuando caen en la lucha por la Palabra. Cuando la noche es más oscura es cuando se está más cerca del amanecer...ella, con la luz renovada, con las fuerzas intactas, levanta su cuerpo del suelo, limpia su rostro con sus lágrimas y enciende la llama interior de su hermano.

Es hora de regresar a casa, nuestro Padre te está esperando. Él lavará tus heridas, descansarás en el lecho de seda que te han preparado, comerás los frutos del Edén y volveras a abrir tus ojos para ver el Reino de Dios. 

Permaneced firmes en el Amor a Dios...la Vida es eterna para el que nunca entrega su Fe.

Origen

Origen

Creador de todo lo visible e invisible,

Señor del aire, la tierra, el agua y el fuego,

enseñanos el valor de la naturaleza,

a respetarla, a amarla, a defenderla.

Danos sabiduría para entenderla,

danos fuerza para protegerla,

danos corazón para sentirla. 

Origen de la Vida,

no permitas la deforestación, la contaminación, la extinción.

Ayudanos a sembrar semillas de esperanza para nuestros hijos,

para que reciban un Planeta vivo en el poder cultivar sus alimentos,

en el que poder ver en libertad a las aves del cielo,

en el que poder sentir el sol sin enfermar,

en el que poder recibir la lluvia para beber. 

Maestro Creador de la Vida,

ayudanos a mantener el equilibrio natural,

Amén.